WeWork sufrió una de las debacles comerciales más dramáticas de la historia tras su intento fallido de salir a Bolsa.
WeWork es una inmobiliaria estadounidense que proporciona espacios de trabajo compartidos para empresas emergentes del sector tecnológico, aunque evitó una crisis de liquidez con un paquete de rescate recientemente acordado de SoftBank Group , está incipiente startup todavía le queda mucho camino por recorrer antes de llegar de nuevo a la estabilidad financiera.
Las alertas se encendieron cuando la empresa dio a conocer su plan de salida a Bolsa en Septiembre del 2019. Esto provocó que en menos de cinco meses el valor de la empresa pasara de 47,000 millones de dólares a menos de 8,000 millones. Por esta razón su CEO fue destituido Adam Neumann y rescatada por un accionista mayoritario.
El 2019 definitivamente no fue un buen año para el exCEO de WeWork Adam Neumann, quien enfrentó grandes problemas con sus accionistas después que las acusaciones en su contra se hicieron públicas.
Neumann tuvo que renunciar y ahora enfrenta demandas judiciales y la posible pérdida de la compra de parte accionista más importante de la empresa SoftBank.

SoftBank, emite rescate de WeWork por $9.5 mil millones de dólares, incluido un préstamo de Goldman Sachs por una línea de crédito senior de $1.75 mil millones.
Actualmente, nombraron al nuevo CEO de WeWork a Sandeep Mathrani, de 57 años, como director ejecutivo. Quién reportará a Marcelo Claure, presidente ejecutivo de WeWork y jefe de operaciones de SoftBank, propietario mayoritario de WeWork. En un comunicado, Claure elogió la “experiencia en recuperación” de Mathrani.
El nombramiento de Mathrani tiene afinidad con una situación particular en otra startup, una vez acosada por la crisis. Bajo su cargo Mathrani, deberá centrarse en el alquiler de oficinas y otras participaciones, como la que tenía en la startup enfocada en espacio de trabajo compartido para mujeres: The Wing y se alejará de los proyectos iniciados por Neumann.
El ánimo del personal de WeWork está un poco bajo, y probablemente tomará años en poner orden a las finanzas de la compañía. Un plan de negocios reciente estableció como objetivo un flujo de caja positivo para 2023. Aunque podría llevar aún más tiempo cambiar la imagen de la empresa en la mente de los inversionistas públicos.